Fase 1.- Máxima precaución

En la Fase 1 hay que extremar, todavía más, las medidas de prevención porque el riesgo de contagio sigue ahí

Miguel Fayos, director del Hospital Vega Baja, nos cuenta que el Departamento de Salud de Orihuela, está trabajando en el suministro necesario para una «posible nueva oleada» de contagios.

Le ha tocado afrontar la etapa más difícil y grave de la historia del Hospital Vega Baja, del que ejerce como director gerente. En estos últimos diez años, el Departamento ha ido mejorando poco a poco, como con la ampliación de urgencias del propio hospital, que suma ya 30 años como centro de referencia del Área de Salud de Orihuela.

Pregunta: Como director gerente le ha tocado afrontar la etapa más difícil en la historia del Hospital. Ya ‘aterrizados’ en la fase 1 y superado lo peor de esta emergencia sanitaria, ¿cómo valora la situación vivida en el centro hospitalario de referencia?

Respuesta: La crisis generada por la pandemia nos ha puesto frente a situaciones que pensábamos imposibles, y ha vuelto a poner a prueba (recordemos la DANA), en primer lugar a los trabajadores, que están en primera línea, y que se han ganado merecidamente los aplausos que la población les ha dirigido a diario, y, por supuesto, también nos ha puesto a prueba al equipo directivo. Esta situación nos ha llevado a poner en marcha un plan de contingencia desde el primer momento, disminuyendo la actividad quirúrgica y la actividad asistencial, con el fin de disponer de mayor número de camas, disminuir la movilidad de pacientes y preservar a los profesionales sanitarios. El plan de contingencia de los profesionales ha consistido en una segmentación de los equipos de trabajo, teletrabajo, refuerzos de plantillas en urgencias, UCI, Interna, Atención Primaria… y en sitios críticos como Centros de Salud y urgencias establecer dos circuitos, respiratorio y no respiratorio para que no se crucen los pacientes, al igual que en planta: zonas para pacientes COVID y zonas NO COVID. Nos hemos ido adaptando en función de las circunstancias. Hemos seguido siempre todos los protocolos marcados por el Ministerio de Sanidad y hemos seguido las recomendaciones de Medicina Preventiva, la unidad de Prevención de Riesgos Laborales y Salud Pública en todo momento.

«La semana con máxima ocupación de UCI hubo 9 pacientes con COVID-19»

Pregunta: ¿El hecho de haber pasado a la fase 1 viene a confirmar que la incidencia del virus en este área sanitaria está controlada?

Respuesta: La pandemia está controlada en el Departamento de Salud de Orihuela (DSO), que sigue siendo el Departamento con menos contagios de la Comunidad Valenciana y muy por debajo de los niveles de incidencia, hospitalizaciones y fallecidos que la media de España. A fecha 15 de mayo de 2020, tenemos 185 casos acumulados desde el 31 de marzo. El Departamento ha aguantado la presión asistencial derivada de la pandemia del COVID-19 razonablemente bien, precisando, que la semana de mayor número de contagios e ingresos a nivel autonómico, coincidió con la semana de mayor número de pacientes covid-19 positivos ingresados. En ningún momento hubo colapso, ni asistencial ni en UCI. Tenemos que ser todos responsables, no solo las autoridades sanitarias, sino también la población porque el virus sigue circulando y las medidas de distanciamiento social y de higiene son fundamentales.

P. Autoridades y expertos sanitarios alzan la voz para recordar a la ciudadanía que el inicio de la desescalada no debe suponer una relajación en las medidas de autoprotección ¿qué mensaje le transmitiría usted, como componente de esa primera linea de batalla frente al COVID-19, a la ciudadanía al respecto?

R. En la Fase 1 hay que cuidarse todavía más, porque el riesgo de contagio sigue ahí y hay que extremar las medidas de prevención, de manera muy especial los mayores y los más vulnerables. Como demuestran los primeros datos del estudio de seroprevalencia poblacional que se está realizando en toda España, liderado por el Instituto Carlos III, hay un bajo porcentaje de inmunidad. La población no tiene que olvidar que debemos seguir siendo muy prudentes y seguir con las recomendaciones que nos dictan las autoridades sanitarias, puesto que el virus sigue aquí.

P. Son muchas las donaciones que han recibido y siguen recibiendo de empresas, particulares, instituciones… ¿esperaba esta respuesta?

«Estamos inmensamente agradecidos por tanta muestra de generosidad y solidaridad»

R. Desde el primer momento, personas anónimas, empresas, colectivos, ayuntamientos, asociaciones, universidad… pusieron a nuestra disposición los medios y recursos de los que disponían para colaborar en lo que necesitara el departamento. Fue tan grande la respuesta que tuvimos que nombrar a una persona responsable y habilitar un correo para recepcionar y canalizar todos estos ofrecimientos y donaciones. La verdad es que la respuesta ha sido enorme, y no solo de gente de la comarca sino también de otras localidades cercanas.

«Esta pandemia ha supuesto un antes y un después en la asistencia sanitaria»

P. La actividad de consultas externas se ha reducido ostensiblemente y hay muchos ciudadanos con citas médicas pendientes ¿cuándo prevén recuperar cierta normalidad?

R. Esta pandemia ha supuesto y va a suponer un antes y un después en la asistencia sanitaria. Al inicio de la pandemia nos vimos obligados a hacer un llamamiento a la población para que se hiciera un uso de los servicios sanitarios, tanto en primaria como en el hospital, en situaciones realmente necesarias. Hemos tenido que suplir esta asistencia tradicional con otro modelo a través de llamadas (telemedicina) que garantizara la asistencia a la población de manera no presencial y con seguridad. A ello también ha contribuido las medidas adoptadas desde Conselleria para toda la comunidad, tales como la prolongación automática de las recetas para tratamientos crónicos. El volver a la nueva normalidad supone un estudio exhaustivo de las infraestructuras, las diferentes unidades del hospital y del centro de especialidades, para que nos permitan atender a la población con la máxima seguridad. Esto nos exige prudencia a la hora de ir aumentando la actividad asistencial presencial, teniendo en cuenta siempre el bajo porcentaje de inmunidad en nuestra población y el peligro de un nuevo rebrote. Aprovecho para agradecer a la población su colaboración y comprensión.

«Esperamos que el reconocimiento a la labor de los profesionales de la salud se mantenga»

P. Muchos advierten que el COVID-19 ha venido para quedarse. ¿Cree que es así?

R. Este miércoles pasado, el director de Emergencias Sanitarias en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, dijo: “Este virus puede no irse nunca. Creo que es importante que seamos realistas y no creo que nadie pueda predecir cuándo desaparecerá esta enfermedad”. Los estudios que se están haciendo en varios países revelan que el porcentaje de la población infectada es relativamente bajo, como ha demostrado el estudio de seroprevalencia que se está llevando a cabo en toda España, liderado por el Instituto Carlos III, en su primera fase. Asimismo, para que una vacuna se convierta en una verdadera alternativa debería ser altamente eficaz, estar disponible para todos los que la necesiten en todo el mundo y, en último lugar, ser utilizada masivamente.

P. Poco se sabe de este virus. Por ejemplo, se desconoce si el calor contribuirá a aminorar su incidencia. Otro de los aspectos que se desconoce es su incidencia o efectos en la población infantil

R. La falta de conocimiento completo del SARS-CoV-2 y el carácter preliminar de los estudios virológicos y epidemiológicos recomiendan prudencia ante una hipotética menor transmisión con climas cálidos y húmedos. Hacen falta más estudios sobre el impacto de la variabilidad climática, la contaminación del aire, los patrones de relación social, la susceptibilidad de la población y la vigilancia de infecciones respiratorias, entre otras cuestiones, para considerar una posible predicción del riesgo de desarrollar la enfermedad basada en información climática. En este contexto el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Estatal de Meteorología han firmado un acuerdo para investigar conjuntamente la influencia de determinadas variables meteorológicas y la contaminación ambiental en la difusión del virus y la incidencia de enfermedad. En cuanto a los niños, el nuevo coronavirus puede infectar a personas de todas las edades, aunque las mayores y aquellas con afecciones médicas preexistentes (como asma, diabetes y enfermedades cardíacas) parecen ser más vulnerables a enfermarse seriamente con el virus, reportándose así una tasa de mortalidad > 8% en personas mayores a 70 años. La Asociación Española de pediatría (AEP) dice que los niños no son una población particularmente vulnerable a los efectos graves de la infección por COVID-19. P.

Por último, si desea lanzar algún mensaje a la ciudadanía, le ofrecemos nuestro medio con todo el gusto…

R. El mensaje más importante es que siga actuando con responsabilidad, prudencia y civismo porque, si uno se cuida, está cuidando a los demás. Hemos iniciado la entrevista hablando de que la crisis generada por la pandemia del coronavirus nos ha puesto frente a situaciones que pensábamos imposibles. Las crisis no son deseables, no son ‘buenas’, pero pueden llegar a ayudarnos a aprender cosas que nos valdrán toda la vida y que nos ayudarán a afrontar otras crisis, grandes o pequeñas. Este virus lo paramos entre todos.

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