Nuestra provincia es una de las regiones más áridas del país y más exhibida a la sequía, pero según apunta un estudio de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física, es la más que más reutiliza las aguas residuales (el 60% del caudal tratado), frente al 10 % de media nacional.
Además, la gestión del agua desalada ha sido un cambio destacado en los últimos años, superando los aportes que llegan del trasvase Tajo-Segura.
Cambio de recursos
«En los 90 el principal medio para palear las sequías era el trasvase, que suponía el 70 % de los aportes adicionales. Sin embargo, a partir de 2003 empiezan a construirse las desalinizadoras, y todo cambió. Primeramente era un recurso costoso, pero su precio ha disminuido mucho. Si hace 20 años un metro de agua cúbica desalinizada costaba un euro, ahora son 50 céntimos» indica dicho estudio.
Además, destacan las aguas depuradas, que en nuestra zona son «donde más se reutiliza, porque es más demanda de agua hay y menos oferta existe, ese agua se vierte en zonas de ajardinadas de chalets y urbanizaciones». En este contexto la Comunidad Valenciana reutiliza el 50 por ciento de toda el agua tratada de España.
Puig pelea el discurso hídrico
Ximo Puig afirmó ayer en su visita a Benferri que luchará para conseguir un acuerdo para el trasvase Tajo-Segura, «está en juego la pervivencia de un gremio imprescindible para la economía, como se ha definido ante la crisis sanitaria».
Puig remarcó que el Consell actuará «en todos los sectores para garantizar agua para siempre» que consienta acoger las obligaciones de la agricultura y cubrir el déficit de recursos hídricos que sufre nuestra zona.
El jefe del Ejecutivo argumentó que resulta vital consolidar el trasvase Tajo-Segura como garantía del mantenimiento del sector agroalimentario.
Para el 24 de mayo se anuncia una manifestación en Madrid del colectivo «Círculo por el Agua contra las medidas limitativas» del gobierno central en el trasvase.