La Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno murciano sanciona con una multa de 10.000 euros debido a una mala gestión de los residuos líquidos generados en el vertedero de Abanilla.
Esta mala gestión provocó un vertido contaminante (7.500 litros) de forma continuada durante 17 días en 2019.
La Confederación Hidrográfica del Segura que responsabiliza a la Consejería de Medio Ambiente de los vertidos que se produjeron tras fallar el sistema de bombeo de una arqueta que impulsaba los residuos tóxicos a una balsa que los acumulaba.
Esa avería se debió a las intensas lluvias que se registraron en la zona en diciembre de ese año, sumado a los graves destrozos ocasionados con la Dana de ese año, que inutilizó los pozos de captación.
La Confederación, tras analizar las muestras que tomó de los vertidos, abrió un expediente de sanción apoyado en los hechos acreditados por la Guardia Civil, que comprobó la presencia de un «derrame de vertido hacia el cauce natural y re-infiltrado posteriormente en el terreno, lo que constituye una actividad susceptible de contaminar o degradar el dominio público hidráulico».