En la nave de Albatera estaban dispuestas dos líneas de producción de cigarrillos, completamente instaladas para su entrada en funcionamiento inmediato, hasta el punto de que ya se encontraban los trabajadores allí.
Se movilizaron hasta Albatera cuerpos de la Guardia Civil y Policía Nacional para proceder al registro y detención de los criminales.
Pertenecía a una organización criminal de origen búlgaro, la cual se considera desarticulada en España tras la detención de 38 de sus miembros entre las localizaciones incautadas.
Esta organización abastecía al mercado negro nacional e internacional con hasta 14 marcas distintas de tabaco falsificado. Pudiendo producir hasta 18.000 cigarillos por minuto.
En Albatera se procedió a la detención de 11 personas (5 búlgaros, 5 ucranianos y uno ruso), interviniéndose la maquinaria y el cartonaje necesario para envasado de cigarrillos de distintas marcas, así como 12.960 kilos de hoja de tabaco y picadura y varios vehículos.
Con el desmantelamiento de sus fábricas ilegales se evita un importante perjuicio sanitario, dado el nulo control de salud al que están sometidos los cigarrillos producidos ilegalmente.