«Su sufrimiento fue atroz, horrible. Ver a su hijo ya puesto en la cruz, y sentir el retumbar seco del martillo, al clavar su cuerpo al madero.Golpes de odio, para quien solo quiso amarlos y que se amaran unos a otros´´.
Estas resumidas palabras es lo que expresaba con su rostro la Virgen de la Luz en su procesión. Noche fria en Albatera, arropando a la Virgen con Saetas y cantos.
