La Guardia Civil ha detenido en la Vega Baja a dos hombres y están siendo investigados otros dos, por los presuntos elitos de robo con fuerza, un delito de daños, un delito de simulación de delito y un delito de pertenencia a grupo criminal.
El modus operandi de esta banda era vigilar a sus víctimas y aprovechando sus salidas, robaban en el interior de sus casas de campo.
La operación comenzó en abril, tras recoger la primera denuncia sobre un robo ocurrido en una casa de campo de la que sustrajeron un apero y una trajilla de tractor.
Al cabo de tres semanas, los investigadores ya conocían bastantes datos de este grupo organizado. Era su líder quien escogía los lugares donde realizar los robos, preferentemente en fincas situadas en la Vega Baja.
Los objetos que solían sustraer eran aperos, útiles de labranza o herramientas metálicas para acabar vendiéndolos en chatarrerías cercanas.
Después de robar en cuatro viviendas, un vecino los vio y trataron de huir a toda velocidad. Acabaron encallados en una acequia y aunque quedaron atrapados, pudieron salir corriendo por su propio pie antes de que llegaran las autoridades.
Dentro del vehículo se encontraron cuatro rollos de alambre fino, cien tubos galvanizados, una reja de hierro, un carrito de bebé, dos cajas de herramientas, una cizalla, una horquilla de aperos para tiro de animales, dos motocultores y un gallo.
A pesar de la huida, se consiguió la identidad completa de los cuatro ocupantes del vehículo y hace unos días se detuvo a dos de ellos.
Tras su puesta a disposición judicial, los principales investigados quedan en libertad con cargos.