El obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, ha alcanzado la edad fijada en el derecho canónico como margen para afrontar un obispado, (cumplió los 75 años el pasado mes de abril) y Roma ya elabora su sustitución al frente de la Diócesis.
Recordemos que en los últimos seis meses la Diócesis de Orihuela-Alicante se ha visto sacudida por tres escándalos consecutivos:
- El escándalo del cobro de comisiones por parte del ecónomo, Francisco Martínez, en la venta de bienes de la Iglesia.
- La negativa del ya ex-ecónomo a ponerse la mascarilla en sus oficios (derivando en un brote entre las monjas de Santa Faz).
- La vacunación fuera de turno del propio obispo y de algunos de sus familiares.
La salida de Murgui venía calculándose hace meses en el Vaticano, pero al estar cerca en la jubilación llevó a la cúpula de la Iglesia a esperar a dicho momento para cesar al obispo de Orihuela-Alicante. En todo caso, el relevo está muy avanzado y el nombre que más suena, es el del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.
La primera misión de Munilla, si finalmente se concreta su nombramiento, será ‘hacer limpieza’ derivados de los escándalos mencionados anteriormente.
Asimismo, el obispo de San Sebastián podría llegar a Alicante en las próximas semanas con la misión reavivar profundamente la actividad de la Diócesis.
En este sentido, el teólogo vasco, de 59 años, es uno de los obispos mejor considerados, y también uno de los más ortodoxos. De hecho, ha protagonizado varias polémicas por su posicionamiento en debates como el feminismo o el matrimonio gay.
