VUELVE EL PP A LA PLAZA DE TOROS DE VALENCIA

Recuperan el formato de grandes mítines, reinvindican a Rita Barberá y aparece Francisco Camps.

A las diez y media de la mañana las gradas estaban repletas de gente que arropaba a su líder tran la pandemia.


El ambiente era plenamente festivo: música de discomóvil, cerveza en vaso de plástico y militantes bailando unos con otros.


El lema de la convención ha sido: «Creemos, de creer y de crear».


El mandatario del PP, Pablo Casado, ofertó un nuevo PP que jamás se ha ido; el mandatario del PPCV, Carlos Mazón, ofertó unos principios que eran los de constantemente.


Un baño de nacionalismo y apelaciones a la patria, a la unidad española, a la ley, a la protección de unos valores en teoría ultrajados por un Regimen -central y autonómico- al que acusan de traidor, de cómplice con quienes desean romper.


La novedad ha sido la promesa de Casado de generar un sistema de financiación que no afectara a la Comunitat Valenciana, una medida reivindicada por Mazón y que el partido ignoró hasta la fecha en la convención.


Casado definió el acto como el «preámbulo de otra victoria como con Rita Barberá», mientras tanto que Maria José Catalá, portavoz del partido en Valencia, reivindicó que «ha convertido a Valencia en la mejor localidad». Catalá rememoró que este podría ser el aniversario de la primera victoria exitosa en la alcaldía.

Otro aniversario que Casado quiso señalar ha sido el de los 25 años del primer Regimen de José María Aznar y los 10 del primer año de Mariano Rajoy en la Moncloa.


El jefe del PP incorporó a su discurso a «los papás» de la Constitución y rememoró a Fraga, Cisneros, Rodríguez de Miñón y Pérez Llorca, a los que reivindicó como figuras del partido.